
Brócoli y berenjenas especiadas, al vapor & horno
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Budín integral de calabaza y coco
16 noviembre, 2013Feliz cumpleaños, Emma.
Cuando Emma tenía un año y medio, se disfrazaba con una toga de pañuelos y pijamas y unas gárgolas locas, mirando a cámara con un profundo compromiso dramático para que su madre saque fotos como la que ven acá. A los dos años, Emma se calzó unas gafas oscuras de marco fucsia y durante semanas no se las sacó ni para desayunar, ni para ir al jardín, ganándose el apodo de “Madonna” entre las maestras. Y aún antes de cumplir los 3, después de visitar una muestra de Kusama, compuso un collage de lunares espectacular que, según explicó luego, era un regalito para la “tía Yayoi”. Niñas como ésta, no hace falta aclararlo, merecen que les horneen especialmente una torta para su cumpleaños número tres. Y allí fuimos.
A diferencia de la primera torta de cumpleaños que salió hace poquito, ésta tenía el desafío de cautivar corazones infantiles. Emma es fanática de las frutillas, así que en el relleno tenía que meter una generosa cantidad. Después, mi única preocupación era que el bizcochuelo, esta vez sí, fuera esponjoso y chocolatoso, con alguna vueltita de tuerca, que resultó ser la grandiosa Manteca de Maní.
El relleno es una crema de avellanas “a la Nutella”, basada en la receta de nutella casero pero con un twist especial para poder usar una capa generosa, de un dedo de alto. Porque si ponés un dedo de alto de puro nutella, casero o no, adentro de una torta, vamos a terminar todos en el hospital. Así que el sabor es el mismo pero la contundencia, bueno, no tan brava. Y con el bizcochuelo-espuma… y esa cobertura de coco blanquísima… ñam.

Bizcochuelo integral de chocolate y manteca de maní,
con crema nutella, frutillas y cobertura de coco.
(para un molde de 24 cm)
Ingredientes
Bizcochuelo: - Una taza de harina integral y una taza de harina de arroz (o dos tazas de la que prefieras usar) - Dos cucharadas de cacao y una de harina de algarroba (o las tres de cacao, como gustes) - Dos cucharaditas de polvo de hornear y una de bicarbonato - Una cucharadita de canela - Una cucharadita de extracto de vainilla - Una pizca de sal - Dos huevos - Una taza y 1/3 de leche descremada (reemplazable por la que prefieras) - 2/3 taza de azúcar integral mascabo - Dos cucharadas soperas de manteca de maní Relleno: - 200 grs de avellanas - 40 cc de leche condensada - Agua c/n - Una cucharada de miel - Dos cucharadas de cacao - Una cucharadita de canela - 200 grs de frutillas frescas.
Varios: Cobertura: manteca de coco Para mojar el bizcochuelo: dos cucharadas de mermelada de frutos rojos, ciruela, frutilla o frambuesa, disueltos en 1/3 taza de agua.
Preparación
– Precalentar el horno a 165°
– Tamizar las harinas con el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela, el cacao y la algarroba.
– Batir las claras a nieve, con un poquito de sal y dos cucharadas de azúcar integral agregadas de a poco. Reservar.
– Batir las yemas con el azúcar integral hasta que aclare un poco el color. Agregar la vainilla y la manteca de maní y batir bien: si está muy fría va a ponerse sólida, te conviene usarla a temperatura ambiente o derretirla antes. Cuando esté todo bien incorporado, agregar la leche.
– Incorporar los ingredientes secos ya tamizados a la mezcla de yemas, leche y manteca de maní. De a poco. Con paciencia para no hacer grumos. Si lo sentís muy seco, agregar un poquito más de leche: dependiendo del clima, puede variar un poco.
– Cuando esté todo bien incorporado agregar un tercio de las claras a nieve, mezclando con energía, y después el resto de las claras con más cariño, espátula en mano, envolviendo despacito la mezcla con cada movimiento.
– Volcar en el molde aceitado o enmantecado y llevar al horno por unos treinta y cinco a cuarenta minutos. Chequear con un palillo, si sale limpio ya está. Dejar enfriar antes de cortar al medio y rellenar.
Para la crema:
– Tostar las avellanas y quitarles la piel, frotándolas entre ellas o con ayuda de un repasador una vez que se enfríen. Procesar en minipimer, licuadora o procesadora POTENTE, un largo rato, hasta que se transforme en una crema. Agregar la leche condensada, la miel, el cacao, la canela y agua hasta que se forme una crema más aireada que el nutella, pero sin volverse líquido. Es importante pensar que la crema toma consistencia al enfriarse. Pero en última instancia siempre le podés agregar más agua en otro momento. No te pases!
Para el armado:
Cortar la torta al medio y humedecer el interior, en las dos mitades, con mermelada disuelta en agua. Queremos dar un poco de humedad al bizcochuelo pero no empaparlo.
Cubrir la parte inferior con una capa muy generosa de la crema de avellanas y luego las frutillas cortadas en trozos. Colocar la tapa. Bañar la superficie de arriba con manteca de coco (para que esté líquida hay que calentarla un poquito, solidifica apenas toca el bizcochuelo frío). Si no tenés ganas de hacer manteca de coco casera, usá el glaceado que más te guste o ponele más crema de nutella.





