Típico caso. Por recetas como ésta, la gente cree que “sabés cocinar”. Sacás la asadera del horno, todo huele maravilloso, está a punto y parejito. Ohhh! esta chica es cocinera. No, esta chica no es cocinera: tiene dos o tres datos que, puestos en práctica por cualquier hijo de vecino, darían idénticos resultados.
Hacer verduras al horno tiene sus mañas. En muchos casos, el tema es que las más duras tardan mucho en cocerse, y el gran dilema es sacarlas un poco crudas o un poco secas, porque es difícil pegarle con la temperatura justa para cocinarlas bien sin que tarden dos horas y pierdan su humedad.
Otras tienen sus bemoles más personales, como la berenjena: es más tierna, pero chupa aceite y más aceite, parece una alcohólica de la grasa. Uno empieza a desesperar, no sabe si bañarlas por enésima vez en oliva, suplicarles por el amor de dios que de una vez se hagan, o reemplazarlas por papas fritas, que al final son el mismo aceite pero más rico. ¿No? ¡No!
Es cierto, si uno tiene mucha mano en la cocina sortea estos obstáculos con gracia de gimnasta rusa, aplausos y el mejor puntaje de los jueces. Pero hay una forma de hacerle trampa a los dos casos, un atajo seguro para el común de los mortales. El truco es blanquear primero los vegetales al vapor, con una primera cocción rápida y corta. Así, las berenjenas se cocinan sin aceite y el brócoli se tierniza enseguida. Después, con el horno bien fuerte, les das todo lo que el vapor no puede: sabor, textura, y bueno, digámoslo de una vez: onda.
Eso es todo, amigos. Ni horas de entrenamiento ni excesivo talento en la cocina. Maña!
- 4 berenjenas chicas - un zapallito - una flor de brócoli grande o dos chicas - un verdeo, parte verde y blanca Para el aderezo: - una cucharada de curry en polvo o las especias que más te gusten. - dos de oliva, dos de soja, una de agua, sal y pimienta.
– cortar las berenjenas en rodajas de un cm y medio de ancho, aproximadamente.
– cortar la parte más dura del brócoli
Poner las berenjenas y el brócoli juntos al vapor, con un poquito de sal, hasta que apenas se cocinen un poco. Queremos que cedan la dureza más dura, por decirlo de algún modo, pero no que estén listas para comer. Sacarlas del vapor. Cortar las rodajas de berenjena en cuartos, y el brócoli en florcitas que se puedan comer de un bocado.
Cortar en cubos el zapallito crudo, y picar el verdeo. Mezclar con las demás verduras en una asadera.
Mezclar en un frasquito los ingredientes del aderezo, cerrar el frasco y agitarlo bien hasta que se mezcle todo. Volcar sobre las verduras y revolver un poco.
Hornear a 190° (fuego fuerte!) durante unos quince a veinte minutos, revolviendo dos o tres veces en el medio como para que se doren parejas las verduras.
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