1 taza de avena arrollada 1 taza de “harina” de avena (obtenida procesado avena arrollada hasta pulverizarla) ½ cdta de polvo de hornear ½ cdta de bicarbonato de sodio ½ cdta de canela ½ taza de mijo previamente cocido 1 taza de zanahoria rallada bien fina 1 huevo o para los veganos, su reemplazo en chilinaza ½ taza de manteca de maní (Acerca de la manteca de maní, para todos los que preguntan: sí, es lo mismo que pasta de maní. No, no es lo mismo que la crema tipo bon o bon. Por favor lean las etiquetas y compren pasta de maní sin agregados de ningún tipo, ni sal, ni azúcar, ni mucho menos aceite. Nada de cosas raras.) ¼ taza de aceite de coco (reemplazable por aceite neutro) ½ taza de miel (o partes iguales de miel y azúcar mascabo; veganos, elegir miel de arroz o agave.) ½ taza de pasas, nueces picadas o las semillas o frutas secas que prefieran.
Precalentar el horno a 180°.
Mezclar en un bowl grande todos los ingredientes de la lista hasta la zanahoria rallada, integrando bien.
En otro recipiente, mezclar bien el huevo o chilinaza, la manteca de maní, el aceite de coco y la miel o azúcar hasta incorporar todo muy bien.
Reunir las dos mezclas previas y por último agregar las pasas y nueces picadas. Con ayuda de una cuchara, llevar porciones pequeñas de la masa a una placa aceitada, enmantecada o de silicona, formando discos redondos en lo posible, dejando espacio entre las galletitas.
Hornear unos quince minutos, hasta que estén doradas en los bordes. Dejar enfriar cinco minutos antes de retirar. Ya están listos.
Esta masa de galletitas, extendida sobre la base de una molde rectangular, es también la base de unos cuadraditos veganos de lemon pie que enloquecieron a todos en casa.
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