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Ya hay un par de recetas para hongos rellenos en el blog: se pueden ver haciendo click aquí. Lo bonito del caso es que son todas distintas entre sí: parece mentira que puedan salir tan diferentes versiones con una base tan sencilla y parecida, pero así es. Una es raw, la otra express y suavecita, ésta se caracteriza por otro lado: un relleno desmesuradamente sabroso, tan rico que la parte más difícil de la receta es no comérselo todo antes de rellenar los pobres honguitos, que quedarían nuevamente… solos.
Esta yunta de berenjenas, tomates y otros integrantes es una buena banda de compañeritos. Hagamos la buena acción del día, integremos al portobello o champignon amigo.
Ingredientes
- cinco o seis hongos portobello o champignon, lo más grandes posible. Yo prefiero los portobello - una berenjena grande - dos tomates chicos o uno y medio grandes - una cebolla pequeña - un poquito de aceite (me gusta de oliva) y otro poquito de salsa de soja (opcional) - sal, pimienta, azúcar o miel, pimentón o harissa - tomillo, orégano o perejil, a gusto. Yo prefiero tomillo
Procedimiento
– Asar la berenjena.
La versión más rápida es quemarla en la hornalla por todos sus lados. Queda ahumada y es facilísimo, pero te regalo la bella labor de limpiar la ceniza de piel en tu cocina. Yo prefiero meterla en el horno medio tirando a fuerte: sin aceite ni nada, la girás por todas sus caras hasta que es evidente que en su interior se hizo puré. Si se quema un poco por afuera mejor, le da saborcito ahumado. Cuando se enfría, descartás la piel y te quedás con el puré de berenjenas.
Si yo fuera vos, hago un par más y me guardo el resto para babbaganoush, tartas de berenjenas o cualquier otro delicatessen.
– Preparar los hongos
Lavarlos apenas con el cabito puesto, y cuando se secan retirarlos cuidadosamente. Los cabitos se pican bien chiquititos, las cabecitas se ponen boca arriba en una fuente lista para el horno.
– Cocinar el relleno
Calentar en una sartén un poquito de oliva con el pimentón o la harissa: podés elegir otra especia si querés, con tomate y berenjena creo que éstas quedan especialmente bien. Podés sumar una hojita de laurel.
Agregar la cebolla picada bien chiquita. Salar: querés que se transparente, no que se dore. Cuando afloje, agregar los tomates picados bien pequeños o rallados: si tenés paciencia para quitarles la piel antes, mejor aún.
Agregar un poquito de salsa de soja, más sal y pimienta, el tomillo o la hierba que te guste, y un poquito de azúcar o miel para equilibrar la acidez del tomate. Dejar cocinar un rato a fuego bajo. Si los tomates no estaban muy jugosos podés agregar apenas de agua o caldo. Si no es época y están carísimos, podés usar directamente salsa de tomates que anda bastante bien.
Cuando el tomate se cocinó, agregar los cabitos de los champignones picaditos y la pulpa de berenjenas desmenuzada o pisada con tenedor. Dejar cocinar unos pocos minutos más para que se integren los sabores, siempre a fuego bajo. Corregir sal y pimienta si hace falta. Tiene que tener sabor, la idea no es que sea demasiado suave porque ya el hongo va a aportar algo delicado. Que pique apenas, que sea dulzón y casi ahumado por la berenjena, bien definido.
Dejar enfriar.
– Ya casi estamos…
Rellenar los hongos con la preparación anterior y llevarlos a un golpe de horno fuerte por pocos minutos, con diez seguramente ya estén. Una opción es cubrirlos con queso rallado y gratinar: aunque suena tentador, a mí me gustan más sin queso, con un poquito más de hierbas frescas al sacarlos del horno.
¡Salut!




