21 abril, 2013
27 abril, 2013
Estos pequeños marcianos se llaman Mung, y una nueva colonia llegó ayer a mi hogar.
Aunque más no sea por lo lindos que son, pensé enseguida que iiba a tener que hacerles lugar en el post de la despensa. Pero después de pasar una nochecita en remojo (ellos, no yo), se ganaron su propio espacio con estas hamburguesas.
Los porotos Mung son bonitos, son ricos y están llenos de propiedades. Cosa fácil si las hay, las hamburguesas que preparé con ellos quedaron espectaculares con un poquito de limón justo antes de comer. Además, estrené con ellos una fórmula mágica y misteriosa: el reemplazo del huevo por linaza. ¿Suena marciano? Bien. Pega con los Mung…



