El chucrut es de esos galanes de otrora, maltratados por el tiempo, desvalorizados. Suena a viejo, está demodé… es cierto que no da bien en cámara, digamos que es bastante feúcho el pobre. Pero si uno se sacude el prejuicio, y logra verlo con los buenos ojos que supo merecer en épocas pasadas, sale a relucir su estirpe y su atractivo. Lo cierto es que tiene encanto, es buen compañero para muchas estrellas culinarias, y tiene suficiente tela para reinventarse.
Dicho todo lo cual, casi nunca hago chucrut propiamente. Todo bien con la liturgia, pero me gusta más mi versión posmo con manzanas y un par de faltas de respeto.
Se lleva muy bien con pan negro, con mostaza, con arroz, es genial en sándwiches, en rellenos… y sí, va impresionante con un chanchito. Un buen galán no pierde nunca sus mejores artimañas.



