Días cosmopolitas en la cocina, dijimos.
Eso que está ahí, y parece un zeppelin rústico, se llama Raíz de Loto.
Los que parecen dedos de bruja en una película de Tim Burton, se llaman Bardana.
El loto te da la primera sorpresa linda cuando lo cortás: adentro hay un espectáculo oriental, una cosa delicada y bonita. La textura es inexplicable, entre tierna y untuosa, pero bien firme.
La bardana es más peliaguda a la vista, un Shrek en potencia. Tiene un sabor muy especial que bien vale aguantar su apariencia. Un gusto de ésos de tierra, de bosque me animaría a decir, como un pariente más compacto de los hongos.
Disculpen si sueno como un enólogo, cuando se discute de vinos como si fueran pinturas contemporáneas, pero ¿alguien podría explicar el gusto de un champiñón?
Bardana, loto: les presento a dos amigos un poco cavernícolas al principio. Pero háganse amigos, cliqueen aquí en la receta, tienen un buen corazón.
