
Cómo cocinar el arroz integral más rico y saludable
30 agosto, 2019
Húmedo de almendras, zanahorias y dátiles
16 noviembre, 2019La avena genera pasiones descontroladas. La gente la ama, se hace moda, cocinamos todo con avena (barritas, crumble, porridge,…); la gente la odia, le tiene miedo, le cae pesada. Es un temón, pobre avena.
Muchos ya habrán comprobado que la avena fermentada es -lejos- mucho más digestiva, y si leyeron un poco, también sabrán que es mucho más nutritiva. El tema es que para remojarla, justamente necesitamos agregar… agua. Y eso desbalancea cualquier receta.
Mi consejo para principiantes es que partan de recetas que ya indican ese remojo, para no meter la pata. Recetas como este pancito crocante de avena . Una vez que estén más cancheros, podrán inventar otras versiones con más confianza. Equilibrando ese agregado de agua con otros secos, materia grasa, dulzor adecuado, etc.
Para sumar a ese stock de recetas basadas en avena fermentada va un nuevo aporte: estos cuadraditos dulces. Quedan tiernos, húmedos, deliciosos. Y si se portan bien, en unos días les convido unos brownies con la misma base que los van a enamorar.

Ingredientes
- 2 tazas de avena arrollada (gruesa o fina da igual. es mejor no usar avena instantánea pues tiene una precocción industrial)
- 1 y ½ tazas de agua (si es avena agroecológica, probablemente se den cuenta al tacto de que es más blanda cruda. En ese caso reducir 1/4 taza de agua, pues absorberá menos.)
- ¼ taza de azúcar mascabo
- ¼ taza de miel (reemplazable por más azúcar, dátiles remojados o cancelable para reducir el dulzor)
- 2 huevos o su reemplazo en chilinaza
- Pizca de sal
- ½ taza de aceite de coco derretido (o manteca, o aceite vegetal)
- 4 cdas de coco rallado (reemplazables por almendras, maníes u otro fruto seco molidos, o 2 cdas de cualquier harina)
- 1 cdta de canela
- Ralladura de ½ naranja
- ½ cdta de extracto de vainilla
- ½ cdta de bicarbonato de sodio
- Pasas de uva a gusto (opcional)
Procedimiento
Remojar la avena con el agua (idealmente, con un chorro de kéfir o vinagre sin pasteurizar para fermentar la preparación) durante al menos 1 noche o hasta 1 día entero. Si agregan 2 cucharadas de harina de centeno o de trigo integral, el proceso de fermentación es aún más productivo en términos de antinutrientes (esto lo enseña Alex Von Foerster en su blog Alimento y conciencia).
Pasado ese plazo, integrar los demás ingredientes con batidora, mixer o a mano dejando para el final las pasas de uva (podría ser alguna fruta seca crocante, ciruelas pasas, lo que les guste).
Volcar en un molde cuadrado de 22 x 22 aproximadamente, o cualquier molde que permita una altura de entre 2 y 3 cm de alto, no mucho más.
Espolvorear con una cucharada de azúcar reservada (genera una corteza crocante, puede omitirse) y llevar a horno precalentado a 190 grados por espacio de 25 a 40 minutos, hasta que los bordes estén dorados y se desprenda con facilidad de las paredes del molde.
Dejar templar antes de cortar y servir.
Dura alrededor de 5 días en un recipiente hermético.




