Húmedo de almendras, zanahorias y dátiles

En general no soy fan de las recetas que se presentan «sin sin sin» con muchos bombos y platillos. Sin gluten, sin lácteos, sin azúcar, sin harina. Todas cosas que están muy bien, bienvenidas sean… pero empecemos por lo importante. Y lo importante es: ¿QUEDA RICO?

Esta receta, permítanme que les diga, queda muy muy rica. En el título pongo «húmedo de» porque si bien tiene la apariencia de un budín, y sin dudas es un pariente cercano, no podría decir que lo es del todo. Así que tomé esta palabra tan de menú de restaurante fino, tan de repostero profesional, que no deja de ser útil y clara cuando la traigo a la cocina desprolija de todos los días. Esto es, entonces, un húmedo de almendras, zanahorias y dátiles. Su nivel de humedad es mucho más alto que el de los budines, y sin embargo logra ser aireado y esponjoso con mucha elegancia. La crema que lo cubre, una suerte de «frosting» delicado, podría transformarse en una adicción si me dejo llevar. Recomiendo hacerla en cantidades indecentes y aprovecharla de formas indecorosas acompañando cualquier otra masita, budín, galletita o bueno, cualquier cuchara desprevenida que encuentren por ahí.

Da la casualidad, o no, de que cumple con todos los «sin sin sin» enunciados más arriba. En lugar de harina y gluten tenemos almendras (podrían ser avellanas, maníes o nueces, por qué no. Podría ser coco rallado o volver a la bendita harina que no es mala palabra); en vez de azúcar tenemos dátiles (siéntanse libres de retomar el azúcar si es lo que tienen o prefieren, variar con otro endulzante si es lo que hay); y nada de lácteos para este frosting tampoco, pues el cajú (o el maní) nos brindan toda la cremosidad del mundo.

Ajusten o desbarajusten como deseen; dénse el gusto y, más allá de los «sin sin sin», les deseo una casa «con con con» muchas cosas ricas hechas por sus manos.

Ingredientes

1 1/2 taza de almendras (150 grs)
½ taza de dátiles (100 grs aprox) reemplazables por azúcar o miel
1 taza de zanahoria rallada
4 huevos
1 cda polvo de hornear
Vainilla, especias, sal
Opcional, si remojamos las almendras: 2 cdas de coco rallado, almidón o harina a elección (de trigo, de arroz, etc)

Frosting:
1 taza de castañas de cajú
½ taza de dátiles o miel a gusto
Chorrito de jugo de limón
Opcionales: 
- un durazno seco rehidratado
- ralladura de limón o naranja, 1 cda.

Procedimiento

Para el budín (o ‘húmedo»):

Podemos optar por usar almendras remojadas (durante 8 hs, luego lavadas y escurridas) o no. Si las remojamos, vamos a agregar lo que en la lista de ingredientes figura como opcional, para balancear un poco el nivel de humedad.

En ambos casos: en una licuadora o procesadora, mixear las almendras y una vez molidas incorporar los demás ingredientes. Licuar y llevar a un molde aceitado o enmanteado. Cocinar en horno precalentado a 180 grados por espacio de 40 minutos a una hora, hasta que un palillo salga limpio al pincharlo.

Para el frosting: remojar las castañas de cajú mínimo 8 hs. Lavarlas, escurrirlas y licuarlas hasta formar una pasta. todo esto puede reemplazarse por manteca de maní o de cualquier otro fruto seco casera o comprada.

Agregar los demás ingredientes y licuar. Cubrir el budín con el frosting únicamente cuando ya esté frío. Mantener refrigerado en heladera, dura alrededor de 4 o 5 días.

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