12 junio, 2012
19 junio, 2012
Una amiga me pidió recetas para budín de zanahoria, y no tengo. Lo bueno es que me hizo acordar de este postre que tenía olvidadísimo: un clásico de la India que no sé con qué compararlo… es algo así como un postrecito suave, livianito, especiado. Más cerca de un “serenito” hindú que de una torta de zanahorias…
Lo lindo del caso es que mi amiga vive en Brasil, así que el rescate emotivo viene con variante. Probé hacerlo con crema (o leche) de coco, y fue un sorpresón.
Semana cosmopolita en la cocina, qué lo tiró.



