- 1 diente de ajo o dos, a gusto - 2 zanahorias grandes - 2 puerros - 1 hoja de laurel - tomillo, fresco o seco, a gusto (el seco es más fuerte, usar menos) - una cucharada de canela (o menos, si no sos fan de las especias) - una cucharada de aceite - 200 grs de porotos aduki, remojados, crudos, toda la noche - 400 cc de tomate en conserva o 600 grs de tomates rallados, tratando de no rallar la piel, que descartamos. Podés usar puré de tomates, o lo que tengas. Si no es estación de tomates (es decir, verano), optá por las conservas. Son saludables, evitando las de lata claro: mejor en botella de vidrio y lo más artesanales posible. Hay muchas. Si conseguís sin semillas, la textura va a ser más lisa y sedosa. - opcional: un trozo de alga kombu - un poco de stevia o azúcar - un chorro de salsa de soja - sal y pimienta
Procedimiento
En una olla (la más gruesa posible siempre es la mejor, sino no importa), calentar el aceite de a poco, con la canela y el ajo sin piel y aplastado. Cuando esté bien caliente, agregar el puerro picado y un minuto o dos después la zanahoria en trozos (no importa demasiado el corte, vamos a procesar todo) y el tomillo. Salpimentar.
Cuando la zanahoria empiece a estar tierna, agregar los aduki previamente escurridos; dejar que tomen temperatura y se salteen un poco así, en crudo.
Agregar el tomate y llevar el fuego al máximo; una vez que rompa el hervor, incorporar un buen chorro de salsa de soja, un poco de stevia o azúcar para equilibrar la acidez, y corregir sal y pimienta.
Cocinar a hervor suave durante por lo menos 40 minutos; si es una hora o más, mejor. Cuando el poroto esté bien cocido (y se deshaga con sólo aplastarlo), procesar todo con minipimer o licuadora, y si tenés tiempo y paciencia seguir cocinando un poco más.
Según la cantidad de agua que tengan los tomates, si usaste frescos o en conserva, y según vaya absorbiendo el poroto aduki, vas a necesitar incorporar agua, de a poco. En ese caso corregí nuevamente sal y pimienta. Pero no te apures a darle líquido de más. Si queda demasiado densa, podés freezar una parte así, bien compacta, y agregarle agua al descongelarla, para recalentar. Lo digo en cada receta de sopa: cuanto más paciencia le tengas, más rica queda; y al día siguiente de cocinarla, potencia su sabor.
Servir sola, o con una lluviecita de gomasio, tomillo, o semillas tostadas de girasol o zapallo.
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