½ kilo de remolachas ½ litro de vinagre de manzana 1 o 2 dientes de ajo Sal
Cocinar las remolachas al vapor, con piel, hasta que estén tiernas.
Dejar enfriar un poco para no quemarse y pelarlas (con sólo presionar suavemente, usando los dedos, la piel se desprende con facilidad). Cortar en láminas de 4 o 5 mm. Llevar a un frasco o recipiente hermético de 1 litro. Colocar la sal, el ajo cortado en láminas y por último el vinagre necesario para cubrirlas bien. Tapar, agitar y conservar en heladera. Dura 6 meses o más.
Acompañan muy bien sándwiches, carnes o pollo frío y ensaladas. Mi abuela nos las servía con arroz turco (cocido con un cucharón de salsa de tomate y un puñado de arroz frito). Los amantes del vinagre verán que solas, por sí mismas, son un vicio, y que conviene hacer un par de kilos para toda la temporada.
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