Para una porción (mismas proporciones y principios que los porridge dulces): - cuatro cucharadas soperas de avena (o un cuarto de taza aprox) - media taza de leche y media taza de agua (reemplazables por leche de avena, de almendras, caldo o directamente por agua) - una taza de espinacas picadas (o más, a gusto! se reduce muchísimo). - verdeo picado a gusto - un puñado de queso de cabra rallado: chevrotin es mi favorito. - sal, pimienta, nuez moscada.
La versión ideal sería remojando desde la noche anterior la avena en el líquido que indica la receta, a temperatura ambiente (fuera de la heladera) excepto si eligen leche de vaca. Si pueden anticiparse y hacerlo, el resultado es más nutritivo y la avena más digestiva. Si hacen este paso, salteen el próximo párrafo. Si no lo pueden hacer, no es grave.
Lleven la avena a una cacerolita con fuego bajo y tostarla suavemente unos segundos. Agregar en seguida el agua y/o la leche, si no estaba remojada. Revolver.
Cuando llegue a hervor, agregar la sal, pimienta, nuez moscada y verdeo.
– cuando esté cremoso, unos pocos minutos después, agregar la espinaca y revolver un minuto más, hasta que pierda su volumen.
– A último momento, agregar el queso de cabra y revolver antes de apagar el fuego.
Servir y no abalanzarse enseguida que quema. Yo sé que es difícil. Despacito…
«No está permitido utilizar las imágenes o los textos de esta web con fines de lucro, publicitarios o comerciales ni en medios de comunicación sin la autorización de la autora. Toda reproducción de fotos, recetas y/o contenidos, sea total y parcial, debe acompañarse del crédito correspondiente y link a la fuente original»