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4 mayo, 2014Está llegando el otoño a Buenos Aires. Días de solcito y noches frías, que invitan a soñar con platos hondos llenos de calorías. Quien más, quien menos, hasta el más cool de los porteños sucumbió en estas semanas a la tentación de retratar sus guisos, locros y polentas con muchos pajaritos, y compartir las fotos en redes sociales; cenas que alegran tanto el corazón y la panza como para entender que, un poco, son la misma cosa che.
Este guiso es perfecto. No lo digo yo, lo dice toda una cultura culinaria: nada menos que la india. Se llama Chana Masala, y hasta el nombre es una maravilla. Fácil-facilísimo, rico-riquísimo y versátil como él solo: compañero de arroz blanco, amigazo de verduras surtidas, colega de un buen puré de papas, o una presa de pollo rápida. El Chana Masala es un guiso simple de garbanzos y tomates, donde toda la gracia y el secreto está en un aspecto muy hindú: las especias. Vale la pena aprovechar esta excusa para nutrir la alacena de dos o tres frasquitos que te falten: no creo que uses a diario todos ellos, pero aquí se reúnen en franca celebración… y la fiesta no tiene desperdicio.
Si la combinación de especias está de fondo, lo de arriba es una pavada y el Chana Masala es un éxito garantizado. Les deseo muchas noches frías de guisos calentitos, reconfortantes, que alegran el corazón y la panza.
Ingredientes
1 cucharada de aceite 1 cebolla grande picada, o dos chicas 2 dientes de ajo picados 4-5 rodajitas de algún chile picoso, o su reemplazo en algún otro picante pariente. yo uso mucho Harissa. 1 hoja de laurel 1 cucharada de tomillo 1 cucharadita de comino 1 cucharadita de canela 1 cucharadita de jengibre picado, o media de jengibre en polvo 1 pizca de cada uno de éstos: coriandro, cúrcuma, cardamomo, semillas de anís. Sal y pimienta a gusto. Poca pimienta, ya hay otros picantes. Si conseguís “garam masala” en la dietética o casa de especias, genial: una cucharadita suma mucho. 3 tomates grandes rallados (la piel se queda del otro lado del rallador casi entera, es un sistema genial) 2 zanahorias pequeñas o una grande (esto no es imprescindible, no figura en la receta clásica de Chana Masala: pero me gustó mucho agregarlo) 2 tazas de garbanzos ya remojados al menos 8 hs, idealmente entre 12 y 24, o fermentados si acostumbrás hacerlo) 1/2 taza de agua (más o menos) Jugo de 1/2 limón
Procedimiento
Calentar una olla con un poquito de aceite y todas las especias, para que se vayan tostando, junto con el chile y el laurel.
Cuando esté bien caliente y se sienta el aroma de las especias, agregar la cebolla y el ajo picados; dorar unos minutos. Agregar las zanahorias en cubitos pequeños y dorar unos minutos más. Agregar el tomate rallado con todo su jugo, y condimentar con sal y un poco de azúcar, miel o stevia. Dejar cocinar cinco – diez minutos. Agregar los garbanzos remojados y escurridos, agua hasta cubrir (puede ser un tercio de taza o media taza, depende de los tomates) y el jugo de medio limón.
Dejar cocinar a hervor suave, mínimo cuarenta minutos o hasta una hora y media, según tengas tiempo. Si ves que escasea el agua agregá de a poco, pero la idea es terminar con una salsa, no más. En olla a presión con 30’ a 40’ alcanza. Servir idealmente con arroz.
Al día siguiente, como casi todos los guisos y las sopas, es todavía más rico.