Torta sin harina de batata y chocolate
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11 febrero, 2012Ajos a la miel – versión libre
Pelar los dientes de ajo. Sugiero hacer por lo menos dos cabezas, es todo cuestión de paciencia.
Blanquearlos brevemente para que queden más suaves y tiernos: los pasé por agua hirviendo un minutito. Después los pasé por agua fría y los volví al fuego.
Agregar un chorro de aceite de oliva, coriandro, semillas de anís y dos clavos de olor. Dorar brevemente los ajos mientras se tuestan las especias.
Echar un chorro generoso de vinagre. Yo usé vinagre de arroz que es bastante suave y dulzón. Sospecho que con vinagre de miel saldría muy bueno. Dejar evaporar el vinagre, hasta que el aroma que es bastante penetrante se calme.
Agregar miel, hasta cubir los ajos sólo por la mitad (o medio centímetro de alto en la cacerola), sal y pimienta. A partir de acá, mientras se sigue cocinando a fuego bajo, agregar de a poco agua para que no se queme la miel ni se espese demasiado. Revolver cada tanto. La idea es que se forme un almíbar que burbujee suave, sin espumar.
Cuando los ajos estén bien tiernos al pincharlos con un tenedor, y hayan tomado el color de la miel, retirar del fuego y dejar enfriar.



