Hongos rellenos – «raw»
7 enero, 2012Salsa de tomates y melanzane
10 enero, 2012Postre de frutillas
Lavar un kilo de frutillas, quitarles los cabitos (después de lavarlas!! secreto para que tengan más gusto) y ponerlas en cuartos en una cacerola. Agregar una ramita de canela, unas semillas de cardamomo, apenas endulzar según la religión de cada quien (azúcar, miel, stevia…) y prender el fuego.
Cuando empieza a hacer ruidito, incorporar el líquido: yo usé cosas raras, aviso. Mitad crema de coco y mitad amazake, una bebida dulce a base de arroz. ¿Por qué? Porque me gusta, porque hace bien, …y porque tenía las dos botellitas abiertas y las quería terminar. Sinceramente, también puse una pera que estaba dando vueltas en la heladera con cara de baja autoestima.
El que prefiera puede usar leche y crema, o leche de almendras, o leche de soja. Por favor, no pongan sólo crema desde el principio porque todo esto va a hervir un largo rato y la crema, al reducirse y concentrarse, va a provocar una hecatombe digestiva. En este caso, arranquen con leche y terminen con un chorro de crema a última hora, y todos contentos.
Dejar hervir a fuego lento muuuucho, mucho rato, revolviendo cada tanto con cuchara de madera. Cuando se deshagan solas las frutillas, al remover, incorporar algo para espesar. Nuevamente vamos con la variedad de criterios; lo tradicional sería una cucharada colmada de maizena disuelta en agua o leche. Yo usé kuzu que es la versión japonesa. Pueden elegir agar-agar, un alga más parecida a la gelatina.
Dejar hervir un minuto con el espesante, siempre hay que cocinarlo. Procesar el resultado y dejar enfriar hasta que tome consistencia de mousse (o freezar, y jugarse por el heladito).




