De qué hablamos cuando hablamos de arroz
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La Gran Barata
30 diciembre, 2013Escuchame Pocha lo que te digo, mirá qué exótico y qué facilongo esto, vas a quedar como una reina con vos misma, además es la última moda.
Hace poquito salimos al ruedo con las semillas de chía, que este año son tapa de revistas como “superalimento” y otras etiquetas un poco megalómanas. Sin ánimos de nutricionista ni enciclopedia gastrobritánica, es sabido que la chía hace bien. Lo que no es muy sabido es cómo demonios incorporarla a la comida.
Ésta es una de las maneras más fáciles y más ricas. Un desayuno réquete nutritivo que se prepara sólo, y tiene sabor a postre tropical: lo alegramos con banana y coco. Siguen una cantidad de palabrotas de lo más modernas: es vegano, es raw (crudívoro), no tiene gluten… es la receta más políticamente correcta del universo.
El utensilio de cocina privilegiado: un frasco. Lo demás son tres ingredientes y mucho, pero mucho gusto. Encantados de conocerte, chía.
Ingredientes
- dos cucharadas de semillas de chía - una taza de leche de avena, de almendras, o la que prefieras (si usás leche de vaca, también queda bien) - una cucharada de azúcar integral mascabo (o miel si preferís) - banana y manteca de coco. Si no tenés y no querés hacer manteca de coco, podés usar también leche de coco. O coco rallado. O ponele lo que más te guste: duraznos, mangos, kiwi, pasas, almendras, frutillas, granola… el mundo es tuyo!
Procedimiento
La noche anterior.
En un frasco, mezclar bien con cuchara la chía y la leche. Después de revolver, tapar el frasco y agitarlo enérgicamente: la chía tiende a apelmazarse. Un rato después, quince minutos o más, volver a agitar el frasco como si fuera una matraca. Si usaste leche de vaca, ponelo en la heladera. Si no, dejalo a temperatura ambiente. Y ya te podés ir a dormir.
A la mañana siguiente, queda así:
¡Alquimia!
Agregá rodajas de banana, manteca de coco y una cucharada de azúcar integral o miel. Podés comerlo dentro del mismo frasco o en un bowl. El desayuno más rápido del mundo. Y vas a ver qué rico.
Posdata valiosa: hay quien me ha reportado casos desconcertantes en los que la crema no se produce. La razón es la chía. A veces nos la venden vieja o con un tratamiento industrial que arruina sus propiedades y no se produce el gel. En los primeros 15 minutos ya se van a dar cuenta si pasa o no. Y si no pasa, ¡a cambiar de proveedor!
