
Almendrado (postre helado)
31 diciembre, 2015
Higos asados con tomillo
26 enero, 2016Los que cumplen años durante el verano son especialistas en quejas. Se lamentan porque sus festejos se diluyen en las fiestas de Navidad y año nuevo. Protestan que todos sus amigos están de vacaciones cuando ellos quieren celebrar y dicen que hace demasiado calor para comer torta. Los conozco bien: estoy rodeada de nacidos durante la temporada estival.
Qué equivocados están, qué víctimas ficticias son. Si pueden soplar sus velitas, por ejemplo, sobre una torta helada como ésta: de vainilla con arándanos, raw, hecha con crema de cajú, sin nada de lácteos. Una delicia veraniega que empezó como postre de cumpleaños de marido, se transformó en suculenta merienda de hija al día siguiente, y culminó en menos 24 hs. en poder de hermana (bueno, y marido otra vez, y su segura servidora, si hablamos a calzón quitado).
Pobre torta helada. Ella sí que tiene derecho a quejarse: no llegó a cumplir ni un día entero antes de que nos la comamos hasta la última cucharada.
Ingredientes
Para un molde de 18 cm de diámetro. Para la base: 1/2 taza de avena (los celíacos pueden usar almendras procesadas, ñam!) Para endulzar: 10 dátiles remojados al menos dos horas, o el equivalente en pasas de uva, o el endulzante que les guste. Si no son veganos, la miel queda muy bien. Si usan el dulce de naranjas como dice abajo, reducir la cantidad. 1 cucharadita de ralladura de naranjas o una cucharada de dulce de naranjas 2 cucharadas de cacao amargo Para el relleno: 2 tazas de castañas de cajú, remojadas toda la noche Jugo de un limón Ralladura de limón, unas 2 cucharadas 1 vaina de vainilla (o una cucharadita de extracto) 1/3 taza de miel (veganos estrictos, reemplazar por azúcar, agave o almíbar) 2 cucharadas de manteca de maní Opcional: media cucharadita de café soluble disuelto en poquísima agua 1/2 taza de arándanos frescos
Procedimiento
Para la base:
Procesar todos los ingredientes hasta que se forme una masa rústica. Con que se unan los ingredientes es suficiente, no hace falta que sea una pasta lista. Si podés tomar un pedacito con los dedos y formar una pelotita, está perfecto de textura. Si hace falta, en caso de que sólo logres una arena, agregar apenas un poquito de agua hasta unir todo.
Forrar con papel manteca o film la superficie de un molde de 18 cm. Cubrir la base con esta mezcla (no las paredes). Tiene que quedar parejo, como cuando se hace la base de un cheesecake con galletitas molidas. Pueden alisarlo con una cuchara mojada.
Llevar al freezer, mientras se prepara el relleno.

Para el relleno:
Procesar las castañas de cajú remojadas y escurridas (conservar parte del agua!), solas. Primero se forma una mezcla grumosa y de a poco se hace una crema. Se puede ir agregando un poquito apenas de agua de remojo para ayudarlo. Para lograr una textura lisa del todo hace falta una procesadora o licuadora potente, o un mixer. Si no, va a quedar con algo de trocitos.
Agregar la miel o agave, la ralladura y el jugo de limón, la vainilla y la manteca de maní. Procesar hasta homogeneizar. El café soluble, si eligen agregarlo, no es para dar sabor a café: aporta una profundidad y un aroma a la crema que se percibe sutilmente.
Agregar los arándanos mezclando apenas, y reservando unos pocos para colocar al final sobre la torta.
Armado de la torta:
Sacar la base del freezer. Colocar la crema encima y alisar. Completar con los últimos arándanos por arriba. Cubrir y llevar al freezer dos horas y media.
Se puede comer desde ese momento, más o menos: si la comen al día siguiente, hay que sacarla del freezer un rato antes de servir para que tome una consistencia más suave.





