Para la masa: - 1 taza de harina integral - 1 taza de harina de arroz - agua helada - un chorro de aceite de oliva - 3 cucharadas de ricota (se las robamos al relleno) - sal, pimienta, y (opcionales) cúrcuma y tomillo. (La cúrcuma no aporta gran sabor, pero es una especia hipersaludable, económica y da color. Siempre suma…) Para el relleno: - 2 atados de espinacas frescas - 1 cebolla pequeña - 1 cucharada de aceite de oliva - 500 grs de ricota descremada (menos tres cucharadas que robamos para la masa) - 1 huevo y 1 clara - 100 grs de tomates secos, hidratados en agua caliente hasta que se ablanden - queso blando, cremoso o mantecoso, cantidad a gusto: unos 150 grs en daditos van bien. Es opcional, también. - 100 grs de queso rallado (puede ser hasta un gouda, holanda, lo que tengas) - sal, pimienta, mucha nuez moscada, un toquecito de azúcar mascabo.
Preparación
PARA LA MASA:
Mezclar todos los ingredientes secos, hacer un hueco en el medio, poner la ricota y un poco de agua. Empezar a mezclar con una mano, y agregar agua de a poco hasta incorporar todo y dejar un bollo tierno pero maleable, no chirle. No amasar demasiado, sólo queremos integrar. Si te pasás amasando puede quedar dura la masa. Dejar reposar en heladera veinte minutos a media hora, mientras precalentás el horno a 180°.
Alisar con palote la masa hasta formar una lámina del tamaño del molde: forrarlo y cortar los excedentes. Llevar al horno por diez a quince minutos, hasta blanquearla sin dorarla. Dejar enfriar.
Además de rica, esta masa es maleable y se la banca: aunque no me lo imaginaba, es capaz de soportar hasta una empanada o calzone.
PARA EL RELLENO:
Saltear la cebolla picada en oliva y agregar las espinacas de a poco, apenas se ablande. Agregar sal y pimienta. No sobrecocinar: apenas pierdan estructura y se achiquen, apagar el fuego. Dejar enfriar y escurrir MUY bien, cuanto menos líquido mejor.
A mí me gusta procesar este salteado para que el relleno no tenga fibras y tenga una textura más pareja y cremosa. No es imprescindible: podés picar las espinacas pequeñas y ya.
La ricota también tiene que estar bien seca: de ser necesario, escurrir en un colador con papel absorbente algunas horas.
Mezclar todos los ingredientes del relleno excepto la mitad del queso rallado, un puñado de tomates secos picados y el azúcar.
Rellenar la masa, y terminar cubriendo el relleno con unos cuantos tomatitos en trozos, el queso rallado y el toque de azúcar (esto es claramente opcional y muy turco, a mí me encanta).
Hornear a 190-200° por 30 a 40 minutos. Dejar enfriar un poquito antes de comer.
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