
Miel o almíbar de dátiles – raw
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Leicaj de miel con harina de arroz integral
29 agosto, 2013Tiene pinta, no? Ahora tengo que lograr que sigan leyendo hasta saber qué es, sin arrugar.
Miles y miles de personas desayunan esto todos los días, en infinidad de versiones, desde hace cientos de años. Sólo que no es en nuestro continente…
Y está delicioso. Pero riquísimo verdadero. Está rico sin apaciguar con “está bien por ser saludable”.
Lo podés adaptar a tus cosas favoritas. ¿No te gustan las frutillas? ponele rodajas de banana. ¿Querés algo crocante? nueces y almendras por arriba. ¿Preferís ponerle miel o azúcar? y dale, quién te lo niega.
Última persuasión antes de develar el misterio y contar qué es. No se imaginan lo fácil y rápido que se prepara. Creo que si tomás el tiempo, lo terminás de hacer antes que un par de tostadas con manteca y dulce.
Bueno, ahora sí, la hora de la verdad. Eso de la foto se llama “porridge” (los yanquis lo llaman “oatmeal”) y es básicamente avena cocinada en leche. Tibia y cremosa. Pará, escuchame un poquito. ¿No ves que es el primo invernal de los cereales con leche en el desayuno? ¿No se parece mucho a un yogur con copos de maíz? Vení zonzo, no tengas miedo.
El porridge clásico es éste o muy parecido a éste, porque una receta tan tradicional tiene mil formas. Ser su abogada defensora no me cuesta mucho: por si no se dieron cuenta, me enamoré.

Ingredientes
(por porción)
- 1 taza de leche (puede ser vegetal, leche de avena o de almendras. También hay quien usa agua, y queda más ligero. Para una versión golosa, probá con leche de coco). - 1/3 taza de avena arrollada entera. Nunca instantánea! (si te gusta más liviano, ¼ de taza) - 1 pizca de sal - 1 cucharada de miel o azúcar, o gotas destevia - Frutas frescas, las que prefieras: arándanos, bananas, frutillas, manzanas. - Frutas secas tostadas, a gusto: avellanas, nueces, almendras. - Para una versión “con gusto a strudel”: media manzana rallada y canela a gusto.
Procedimiento
Si tenés tiempo y ganas, tostar levemente la avena antes de empezar, en una cacerolita o sartén. Si no lo hacés no pasa nada, pero es un toque extra.
Calentar a fuego lento la leche y, cuando esté a punto de hervor, agregar la avena arrollada. Agregar una pizca de sal.
Si agregás la manzana rallada, éste es el momento. Revolver sobre el fuego hasta que espese: unos siete a diez minutos. La textura es muy personal: pero tiene que quedar cremoso. Si te gusta más espeso, revolvés un rato más; si lo preferís suelto y liviano, podés inclusive agregar un chorrito de leche extra
mientras seguís revolviendo.
Retirar del fuego y endulzar antes de servir en plato hondo o bowl (vas a sentir que espesa todavía un poco más). Completar con frutas frescas y un hilo de miel o azúcar (hay quien usa arrope o mermelada, en otros lugares se consigue jarabe de maple y queda muy rico).
Posdata valiosa
Así de simple, como dice hasta acá, el porridge del Día #1 estaba riquísimo. Ahora bien, como no puedo con mi genio -coqueta expresión para decir soy una obsesiva insoportable- investigué un poco más en los días siguientes. Es un plato muy popular en otros lares, y todo el mundo tiene algo para decir. Muchos de ellos, saben de qué hablan.
Aquí van unos consejos extra, muy pavos, que hicieron el porridge del Día #2 todavía más rico:
– antes de agregar la leche, tostar unos segundos la avena sola en la cacerola, a fuego bien bajo para que no se queme. Cobra un sabor más intenso, vale la pena.
– cuando ya esté espesando, agregar un poco de sal, sea dulce o salado el porridge. Queda más rico.
– una vez servido, los ingleses le agregan un chorrito de leche bien fría mientras van comiendo. Esto me parecía una chanchada hasta que lo intenté. Me pareció genial. O puede ser que simplemente soy una chancha, yo también.
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Posdata 2: me malcopé
Seguí desayunando porridge los días #3, #4 y etc. Ya sé, estoy fanatizada.
Les cuento que con agua también se puede hacer porridgle, y que mitad – agua -mitad – leche puede ser una buena idea si usan leche entera.
También puedo declarar con conocimiento de causa que la combinación con bananas + arándanos + miel resultó ganadora, lejos. Haciendo puré la banana, se mezcla con lo demás (todavía al fuego) y queda un desayuno cremoso y dulce natural increíble. Casi que la miel está de más. Vayan por ahí!
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Posdata 3: el regreso
Se ha divulgado mucho acerca del remojo de la avena y ésta es su oportunidad. Si dejan la avena reposando en la leche toda la noche, al día siguiente va a salir más cremosa y se va a desmenuzar rápidamente en la cocción. Pruébenlo!




