Higos asados con tomillo

Hola, higuitos míos. Los estuve esperando. Como sé que pronto se irán, pasemos mucho tiempo juntos antes de que la estación nos obligue a despedirnos, si?

A quienes tengan más de tres décadas y sean argentinos, probablemente los higos frescos los lleven en un viaje astral a quintas de abuelos o tíos, a veranos calurosos y a higueras con gatas peludas o sombras generosas. A mí al menos, me pasa eso. Voy directo a la ceremonia triunfal de la cosecha, con banquito ad hoc para alcanzar las ramas altas, palangana o ensaladera bien amplia esperando recogerlos y manos pegajosas por testearlos.

Esta receta no tiene absolutamente nada que ver con ese recuerdo. Jamás mi abuela los cocinaba, nunca se ha visto un higo de aquellos que subsista la tentación de comerlo fresco. Pero claro está, el tiempo pasa, los higos cambian y estos que tengo a mano piden un cambio de look. No son taaaan geniales ni tan frescos, pero tiene toda la higuitud justa para que los cocinemos y ahí sí, aplaudamos.

Lo lindo de estos higos asados con tomillo es que son unisex: sirven para postres, con un buen yogur natural o sobre un helado por ejemplo, pero también acompañarían bien una carne o una tostada crocante untada con queso de cabra, por ejemplo.

Ingredientes

½ kilo de higos frescos

3 o 4 ramitas de tomillo (de usar tomillo seco, sólo una cucharadita es suficiente)

2 cucharadas de miel

1 cucharadita de azúcar mascabo

2 cucharadas de vino tinto, licor de naranjas tipo Grand Marnier o whiskey

2 o 3 tiritas de piel de limón, sólo la parte amarilla.

Procedimiento

Precalentar el horno a 190 grados. Cortar los higos en mitades y retirar sus cabitos.

Colocar en una placa para horno y agregar los demás ingredientes. Revolver y cubrir con papel aluminio.

Hornear por espacio de 20 minutos. Revisar: si les falta cocción, continuar un poco más a fuego medio. Si el líquido es mucho y muy liviano, destapar y hornear un poco más a fuego bajo, sólo para que se reduzca un poco más.

Esta preparación sirve para acompañar cosas dulces o saladas: si van a consumirlo dulce, con yogur, helado o una torta por ejemplo, y lo saben de antemano, pueden agregarle extracto de vainilla o canela. Inversamente, si saben que lo quieren para algo salado, como una bruschetta con queso de cabra o una carne, pueden reemplazar el alcohol por aceto balsámico o vinagre, y agregar una pizca de sal y pimienta antes de hornear.