
Budín de espinacas y hojas de remolacha
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Rabanitos asados
21 agosto, 2015Ayer mi hija merendó budín de mandarinas casero y palta. Hoy, fainá con trocitos de zanahorias y batatas. Sospecho que, para todos los pediatras que nos recomendaron vainillas como menú para la tarde, somos los Locos Adams.
Si bien me encanta que Julia, ahora que tiene casi un año, pruebe de todo y mezcle desprejuiciadamente dulce y salado, hay que confesar que esta receta la hice pensando en los grandes. En los grandes deseos que tenía yo de comerla, quiero decir. Adhiero sin dudarlo a la moción de merendar fainá, con un buen mate, en estas tardecitas otoñales.
Qué cosa más rica: la fainá de verdad, hecha con harina de garbanzos auténtica. No vayan a comprar esa horrible premezcla que está “cortada” con harina blanca de trigo, por favor. Es bastante fea y bastante mentirosa. La verdadera se consigue fácilmente (sólo hay que preguntar o leer las etiquetas).
Ingredientes
- 250 grs de harina de garbanzos - 600 a 700 cc. de agua fría (depende de cuánto absorba la harina de garbanzos, debe quedar una masa líquida y un poco chirle parecida a la de los panqueques. Con cuerpo sin llegar a espesa, líquida sin ser aguada. - sal y pimienta - 50 cc de aceite de oliva - opcionales: orégano, pimentón, tomillo, semillas de sésamo, tomates secos hidratados, cebolla bien finita…
Procedimiento
En un bowl, mezclar todos los ingredientes usando un batidor de alambre para evitar grumos. batir enérgicamente, buscando integrar bien todo. Queda una masa líquida, como la de panqueques.
– Truco 1: dejar reposar esta mezcla mejora muchísimo el resultado final. La harina de garbanzos absorbe mejor el líquido antes de cocerse si le damos tiempo. Si lo dejamos incluso de un día al otro, harto mejor: a nivel digestivo y nutricional, también.
Calentar el horno bien fuerte, a 220 o 240°.
– Truco 2: calentar la asadera o placa dentro del horno, vacía, antes de incorporar la masa. Esto es para lograr “piso”, es decir, que la superficie de abajo de la fainá quede crocante.

Aceitar la asadera con oliva generosamente y verter la masa. Dejarla unos diez a quince minutos para que se dore por debajo; luego bajar el fuego a medio-bajo, alrededor de 180°. En este momento, todavía cruda la masa, se puede agregar por arriba sésamo, trocitos de tomate seco hidratado o de otra verdura, etc.
Hornear aproximadamente media hora a 40 minutos más; depende del horno de cada uno. Tiene que quedar dorada por fuera y cremosa por dentro.
La fainá sola, caliente o fría, es muy rica. Pero también se puede usar como si fuera una tostada o pizzeta, como base para untar palta por ejemplo, o queso y tomate.
Para una versión marroquí de la fainá, enriquecida, vean la receta del Kalinti (click aquí).




