Rebozado compulsivo
22 enero, 2012Croquetas al horno con avena
Estas son las pioladas que sirven para rematar todas las sobras de heladera, “ropa vieja” como le dicen por ahí.
Tiro un modelito general, pero en la vida hay que autogestionarse, y en la cocina también. Esto no es repostería, así que vayan, fíjense que les quedó, combinen, sin miedo que la alacena no muerde.
– una taza de arroz cocido, o mijo, ya sé, los tengo hartos con el mijo. Ojo: con fideos sé que esto también es un golazo aunque genere aprehensión. Las señoras de barrio lo hicieron siempre. Otra opción es papa o batata hechas puré. Otra opción es que me hagan caso e improvisen con lo que hay.
– una remolacha cocida, rallada. Si es muy pequeña, dos.
– media taza de queso semiduro rallado. Si es queso duro o muy gustoso, un tercio de taza.
– sal, pimienta, nuez moscada, comino, estragón.
– una clara de huevo.
Mezclar bien, formar croquetitas y pasar por huevo primero, y por avena arrollada fina después. Como indico por acá, no se olviden de condimentar la avena.
Aceitar un poquito y llevar a horno 200°, unos quince minutos, o veinte.
Servir con gotas de jugo de limón, sorprende pero pega como voligoma.
En unos días sumo ideas para carnívoros: ¿cómo la ven: croquetas de pollo y alcaparras?



