
Tarta de bananas – banana cream pie
6 julio, 2014
Ensalada de berro y pomelo
16 julio, 2014Esta receta dio lugar a una intensa, durísima, ridícula e irreproducible polémica doméstica sobre un tema que nos concierne a todos: ¿cuál es la diferencia entre un alfajor y una galletita rellena? Todos podemos asegurar que las Oreo son galletitas, y un Cachafaz, regio alfajor. No vacilamos ni un segundo. Pero, estrictamente, ¿cuál es el criterio, la línea divisora de aguas, la frontera que regula el límite político?
Piénsenlo bien, es como para hacer pochoclo de neuronas. ¿Es el tipo de relleno? Es cierto, con dulce de leche es alfajor… pero con mermelada o mousse a veces también. El relleno ese blanquito artificial de vainilla es territorio exclusivo de la galletita rellena, eso es seguro. Pero entonces… ¿es el tamaño lo que importa? Mmmm no: hay minialfajores dignísimos. ¿Será la textura de las tapas, su sabor? Frío, frío. Los alfajores de maicena no son menos alfajores para nadie. Hay tapas de alfajor de chocolate y otras casi hojaldradas, y hay galletitas rellenas de todos los colores.
No pudimos llegar a un acuerdo. Lo que sí logramos con todo éxito fue bajarnos unas setecientas galletitas de éstas, crocantes, sabrosísimas, y unos cuantos alfajores armados en el calor de la discusión, con dulce de leche, con mermelada de guindas, con dulce de leche otra vez…
Así que les debo un alegato alfajoril – galletitero con sentencia final. Lo que tengo para darles, en cambio, es una receta espectacular de Alfajores – Galletitas crocantes y sonantes para compartir. Con o sin relleno, fueron el gran acuerdo de la tarde.
Ingredientes
- 1 ½ taza de harina de avena (se hace procesando 2 tazas de avena hasta que se hagan polvo) - 2 cucharadas de cacao amargo - 1 cucharadita de polvo de hornear - Media cucharadita de sal - 4 cucharadas de manteca de maní (mantequilla de maní)* - 4 cucharadas de aceite neutro - ½ taza de azúcar integral mascabo (o el endulzante que prefieras) - 1 cucharadita de vainilla - 1 huevo o chilinaza (semillas de lino, chia o ambos, aprox. Una cucharada, remojadas en agua tibia hasta fromar un gel) - Si es necesario, una cucharada o dos de agua o leche. * = les recuerdo que la manteca o mantequilla de maní se puede hacer casera, remojando el maní pelado y crudo una noche y procesándolo al día siguiente hasta que se forme una crema lisa. Se consigue en dietéticas y supermercados, de cualquier modo, y dura siglos en la heladera.
Preparación
Precalentar el horno a 170° (es horno bajo!).
Mezclar los secos: harina de avena, cacao, polvo de hornear y sal. Reservar.
Batir el huevo o la chilinaza con el aceite, la manteca de maní, la vainilla y el azúcar hasta que se disuelva y se integre todo bien.
Incorporar en tres partes los secos a ese batido. Tiene que quedar una pasta maleable con las manos, pero húmeda: si está demasiado seca, agregar un poquito de agua o leche (puede ser leche de avena, de vaca, de almendras, etc).
Humedecer las manos y formar pelotitas pequeñas de la masa: si te cuesta trabajarla, podés humedecer un poco más las manos o dejar la masa un ratito en la heladera para que tome consistencia.
Poner las pelotitas en una placa aceitada o enmantecada, con bastante espacio entre sí. Aplastarlas con el dorso de una cuchara húmeda o un vaso ancho, hasta formar las galletitas circulares.
Llevar al horno diez a quince minutos: hasta que se doren apenas por debajo. Por arriba pueden parecer todavía blandas, pero al enfriarse se ponen crocantes, no tengas miedo.
Una vez frías, comer como galletitas o rellenar con el dulce que prefieras: el dulce de leche anda bárbaro, pero con una mermelada ácida… golazo.


 
	


