
Rolls integrales de canela y frutos secos
30 marzo, 2015
Fainá clásica
7 julio, 2015Verde que te quiero verde. La alegría de encontrar una adorable receta base y hacerla de goma: estirarla, adaptarla, explotarla impunemente y obtener de ella, pobre trabajadora, unas cuantas sub-recetas igual de eficientes. ¿Hay algo un poco tiránico, levemente capitalista en todo esto? Quizá. Pero un budín de espinacas y hojas de remolacha puede ser el opio de este pueblo.
Esta receta está entre un budín y una tortilla de hojas verdes. La textura es húmeda y muy sabrosa, no es nada parecido a un pan saborizado, se acerca más al relleno de una tarta. El origen es (lo habrán adivinado los conocedores) el budín de zanahorias salado que se volvió un hit nacional y popular. Como para variar un poco, y cambiar el color del asunto, aproveché las hojas de unas cuantas remolachas y un atado de espinacas. Pero para seguir en tren nacional y popular: usen siempre lo que tengan en casa, lo que haya en la heladera, que no decaiga el impulso por falta de ingredientes.
Ingredientes
- 2 tazas de harina integral (puede ser de arroz, también) - 1 cucharadita de polvo de hornear - 1 cucharadita de bicarbonato de sodio - ½ cucharadita de esta mezcla: nuez moscada, de comino y de pimienta - 1 atado de espinacas - 1 puñado de hojas de remolacha (un poco más de una taza, una vez cortadas) - ½ taza de queso: reggiano, parmesano, fontina o algún otro duro similar. También queda bien agregar unos poquitos dados de algún queso más suave, por salut, desperdigados al final. - sal a gusto (con moderación, que el queso aporta su propia sal) - 1/3 taza de aceite - 3 huevos grandes (si son muy pequeños recomiendo agregar una clara o aunque sea un poco de queso blanco para dar humedad) - 1 cucharadita de azúcar integral mascabo (opcional)
Procedimiento
Saltear en una sartén bien caliente las espinacas y las hojas de remolacha, con una cucharada de aceite (de oliva a mi gusto) y un diente de ajo aplastado. Dejar enfriar y escurrir muy bien. Procesar, minipimerear o picar a cuchillo. Reservar.
Tamizar la harina con las especias, bicarbonato y polvo de hornear. Rallar el queso y reservar todo.
Romper el ligue de los huevos con un poquito de sal y mezclar con el aceite. Mezclar esto con la espinaca, el queso y finalmente con la harina tamizada. Salpimentar.
Volcar en un molde de budín. Se puede salpicar por arriba alguna fruta seca o mix de semillas, como hice yo. Llevar a horno precalentado a 190°. Calculen entre 50 minutos y una hora. Lo mejor es probar con un palillo, como siempre, y comer tibio.
Frío también es rico y después de unos días, recomiendo tostar en rodajas antes de comerlo.




