
Torta helada de frambuesas – raw & vegana
27 noviembre, 2013
Budín de coco: 3 ingredientes, sin harinas
2 diciembre, 2013Basta de guardarse los ingredientes más sofisticados para quién sabe cuándo. Hoy, una tarta al azafrán. No venía nadie de visita. Y qué.
Yo fui de esas nenas que atesoraban las golosinas en una cajita especial. Acumulaba mis riquezas de kiosco cual Gollum en “El señor de los anillos”, hasta que… una de dos: o los chocolates se ponían rancios, o mi hermana menor me los afanaba. Bien por ella, debo decir. Por más odio que me provocara, era mucho mejor que dejarlos transformarse en una cosa vieja, blanquecina, incomible. Carpe diem!
Así las cosas, ésta es una tarta al azafrán. Ya sé, ya sé, ¿qué hace esta loca desperdiciando azafrán auténtico en una tarta de morondanga? Tenía encanutado el azafrán en hebras hace ya casi un año. Viajó desde el otro lado del Atlántico conmigo. Siempre esperando una ocasión especial para ponerlo en acción. Veinte veces lo miré con cariño, nunca me animé. Y hoy dije: sarasa. Una tarta es una ocasión especial, sanseacabó. Adentro el azafrán. Y la verdad, fue una gran idea. Pero si no tienen, pueden olvidarlo: usar curry o alguna otra especia rica, o nada de nada. Si el queso solito es lo más, con pimienta y nuez moscada.
Es MOOOOOY importante colar la ricota. Especialmente usando descremada, el contenido de agua es muy alto y en esta receta puede hacer la diferencia entre una rica tarta y una sopa. En la receta indico cómo se escurre, al menos en casa.
Quise aprovechar para hacer una masa distinta. Con las mismas proporciones, se puede usar un solo tipo de harina y listo: pero me gustaba probar una tarta multicereal, con todo lo saludable y sabroso de la idea. Así que acá hay de todo: trigo, arroz integral, sarraceno y hasta un poco de avena arrollada, lo cual no es harina sino directamente grano. Y para que salga un poco más tierna, una yapa interesante: tres cucharadas soperas gordas de la ricota, que se las robamos al relleno.
Mira qué cosa más linda, más llena de gracia… tarta multicereal de ricota y verduras, al azafrán. Con el deseo de que todos ustedes sepan gastarse los tesoros mejor guardados, hoy mismo, con absoluta liviandad.
Ingredientes
Para la masa
- una taza y media de harina. La que gustes. Yo usé: ½ taza de harina integral de trigo, ½ de harina de arroz integral, ¼ de harina de trigo sarraceno y ¼ de avena arrollada. La receta sale bien con cualquier tipo de harina que elijan. La mezcla queda buena, cada cosa aporta su sabor. Pueden usar también harina de quinoa, de amaranto, de maiz (o polenta, no más de un cuarto de taza), o de garbanzos que es muy rica. Prueben! - ½ taza de leche. - ¼ taza de aceite - 3 cucharadas soperas de ricota escurrida - una cucharada de tomillo (o la hierba que prefieran) - sal, pimienta, nuez moscada
Para el relleno
- una cucharada de azafrán en hebras (o la especia que te guste, o nada!) - tres cebollas medianas - dos zucchinis - un poco de verdeo - una cucharada de tomillo - dos hongos portobello o champignon - 500 grs de ricota fresca escurrida (menos tres cucharadas que “robamos” para la masa) - 2 yemas y 3 claras - ralladura de medio limón - dos cucharaditas de polvo de hornear - tres cucharadas de queso parmesano, fontina, reggiano o chevrotin rallado.
Procedimiento
Para la masa: mezclar todos los ingredientes en un bowl, agregando la leche de a poco en el centro y “arañando” con los dedos de la mano estirados al principio. De a poco se forma una masa tierna (es bastante fácil y rápido, no hay que amasar demasiado). Llevar a un molde de 22 cm y presionar con los dedos contra las paredes para darle forma. Dejar reposar un ratito antes de llevar al horno, precalentado a 170°, por diez o doce minutos. Tiene que quedar “blanqueada” pero no demasiado cocida.
Para el relleno: calentar lentamente un chorrito de aceite neutro en una sartén gruesa y grande (cuanto más espacio hay en una sartén, menos se “apucheran” los salteados, quedan más sequitos y mejor). Calentar en el aceite el azafrán así va soltando su sabor. Cuando está bien caliente (y hace “pssss” al hechar una gota de agua) agregar las cebollas cortadas finitas y revolver.
Cuando empiezan a ablandar, agregar el tomillo (si es seco, si es fresco mejor agregarlo al final); el verdeo picado y los zapallitos en rodajas finas. Saltear unos minutos más hasta que todo esté cocido pero no “mustio”. Agregar al final dos champignones o portobellos fileteados. Si no tenés, no importa. Saltear unos segundos más y dejar enfriar.
Si hay líquido en la sartén, desecharlo: necesitamos las verduras lo más secas posible.
Aparte, mezclar la ricota (BIEN ESCURRIDA, unas horas en un colador forrado con repasador o papel absorbente son el mejor método para mí) con los huevos, el queso rallado y los condimentos. La ralladura de limón suma mucho, queda genial con la ricota.
Está bueno animarse y probar las partes del relleno, ajustar la sal, la pimienta y la nuez moscada. Si comprás huevos buenos (de granja no son tanto más caros, y la diferencia es enooorme) no hay por qué temerle.
Volcar primero la mezcla de ricota sobre la masa precocida y luego, encima, la mezcla de verduras.
Llevar al horno precalentado a 170°… de inmediato.
Es importante no dejar mucho tiempo el relleno de ricota crudo dentro de la masa. Se va a mojar todo, un enchastre. Así que esta tarta se monta justo antes de llevar al horno.
En media hora – cuarenta minutos está lista. Dejar entibiar antes de cortar y servir.




