Muffins muy frutados

Mismo volumen de arándanos, frutillas y manzanas que de harina en cada muffin. Y no quedaron ni las migas…

Estos muffins son (cuándo no) de mi adoradísima Smitten Kitchen, un blog de la hostia. Claro que los adapté (cuándo no) y en lugar de ser refinados, con manteca y azúcar, sólo con arándanos, los hice integrales, sin manteca, y variando las frutas. Pero parte de mi adoración por este blog es que sus recetas son, no sólo espectaculares, sino resistentes a todos mis caprichos adaptadores.

Los muffins salieron dorados, frutadísimos y como si hubieran pasado por veinte pruebas anteriores.

Adaptados de los muffins de arándanos “perfeccionados” de SmittenKitchen.com

Ingredientes

- 1 y 1/4 taza de fruta: yo elegí media taza de arándanos, media de frutilla en cubitos pequeños y media de manzana en cubitos pequeños también.

- 1 huevo

- 2/3 taza de yogur (puede ser descremado, puede ser yogur vegano, de soja o de coco; puede ser queso blanco si quieren, o yogur griego)

- 1 y ½ taza de harina integral (puede ser harina de arroz, para celíacos)

- 1/3 taza de azúcar integral más unas cucharadas para espolvorear. (si quieren muffins muy dulces, puede ser hasta el doble. Si el yogur es dulce obviamente no agreguen mucho azúcar). 

- 1/3 taza de aceite de oliva (puede ser aceite de coco)

- 1 cucharadita de polvo de hornear

- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio

- 1 cucharadita de extracto de vainilla.

- zest (ralladura fina) de medio limón 

Procedimiento

Cortar la fruta en cubos pequeños y mezclar con los arándanos, reservar. Batir el huevo, el yogur y el azúcar con la vainilla, agregar el aceite y batir hasta integrar muy bien. Tamizar la harina con los demás secos y sumar a la preparación anterior. dejar reposar diez o quince minutos. Es una masa mucho más densa que la de muffins o budines clásicos, casi parece de pan o de galletas, no se asusten, está bien así. Verter en moldes siliconados para muffins, o en moldes previamente aceitados de otro material.

La recomendación de la receta original, que me parece excelente, es hacerlos apenas dulces y agregar una buena espolvoreada, generosa, de azúcar arriba de cada uno antes de hornearlos. Yo elegí eso, da un toque crocante a la superficie y en promedio cada muffin lleva menos azúcar que de otro modo.

Hornear a 190 grados por veinte a veinticinco minutos, o hasta que un palillo salga limpio al pincharlos. Dejar reposar unos minutos antes de desmoldar, y dejar templar sobre una reja.